A lo largo de la vida, hay numerosas personas que nos influyen, para bien o para mal, a lo largo de nuestra estancia en este mundo. Nuestros padres, los familiares, los amigos, los profesores o los compañeros de trabajo, cada uno de ellos en diferentes facetas.
A nosotros, en nuestra afición nos marco Javi, “el Abuelo”. Persona divertida, enganchado a su afición, entrañable, amable, siempre dispuesta a echarte una mano…
Una persona con ilusión, pensando en futuros proyectos, a cada cual mas grande, pero que poco a poco se iban realizando. Cuando te sonaba el móvil y oías su voz… emocionada por el futuro proyecto en marcha, sabias que estabas en una nueva aventura.
Modelista y pintor, wargamer y aficionado a la Historia. Ir a su casa era desconectar del mundo, y allí sentados en el salón preparar batallas enormes, con cientos o miles de soldados en miniatura, con un terreno cuidado y unas reglas modificadas para nuestros gustos.
Pero hace cinco años, un triste 4 de Febrero, nuestro amigo Javi nos dejó. Sus proyectos quedaron un poco aparcados. Pero no olvidados. Yo me puse a pintar confederados para Guerra Civil Americana, y los miembros de la Asociación nos pusimos a preparar las partidas con las que participamos en los actos de conmemoración del Bicentenario de la Batalla de Vitoria. Por eso Pablo y yo hemos pensado que en este triste quinto aniversario, teníamos que honrarle de la mejor manera que podíamos, trabajando y dando vida a esas ideas que Javi no pudo llegar a ver realizadas.
Estoy convencido de que allí desde donde este aun nos controla y nos influye en los futuros proyectos, y como no, no anima a que vayamos acabando sus proyectos, que ahora, son nuestros proyectos.
Las locuras del abuelo 